Una breve e inspiradora nota para pensar cuestiones al evolucionismo cultural y normativo puede encontrarse en Medium, escrita por Ian Leslie y titulada The Picasso Effect. En el mencionado artículo, el autor resume las circunstancias en virtud de las cuales el cubismo de Pablo Picasso fue un éxito comercial, en contraste con la trágica carrera de Vincent van Gogh. Picasso habría encontrado un nuevo tipo de consumidores de obras de arte en jóvenes ricos, bien educados y dispuestos a desafiar las convenciones sociales, en fuerte contraste con sus padres, contemporáneos de Van Gogh. A su vez, las muestras oficiales en la época de Picasso estaban cediendo terreno a las privadas, menos apegada a los cánones de estética. Finalmente, el ingreso en el mercado parisino de comerciantes de arte extranjeros y jóvenes, interesados en adquirir lo nuevo y en venderlo al más alto precio posible.
El autor llega a la conclusión de el éxito de una idea innovadora depende en buena medida del momento propicio para ella. Tanto Van Gogh como Picasso fueron innovadores en su arte y fueron al encuentro de la oportunidad, pero ésta sólo se le presentó al segundo. El mismo concepto podría ser aplicado para empresarios o para políticos. Existe un margen de condiciones incontrolables por el agente de decisión y lo que le resta hacer en tal contexto es tomar decisiones a la luz de tales condicionamientos.
En lo que respecta a la evolución cultural e institucional el caso ejemplifica la distinción entre una idea y la estructura de relaciones en la que dicha idea se desarrolla. El evolucionismo, en líneas generales, podría conceptualizarse como el estudio de los mecanismos en virtud de los cuales una determinada característica –biológica o cultural- interacciona con el medio ambiente, permitiendo la supervivencia y reproducción de los vehículos portadores de dicha característica. En lo que a evolucionismo cultural respecta, una idea, una norma, o un hábito pasan a ser incorporados por los individuos actuantes en un medio social dado, consistente en un entramado de elementos heterogéneos, como ser otras ideas, dispositivos institucionales, recursos económicos o fenómenos naturales, ajenos todos ellos al control de agente de decisión o al creador de la idea innovadora.
En el caso del artículo bajo comentario, su autor, Ian Leslie, propone que el agente de la innovación fuera al encuentro de la oportunidad. Algo similar aconsejaba Nicoló Macchiavelli cuando concluía que, dependiendo la suerte del príncipe mayormente de la fortuna, la virtud más importante de aquél era la iniciativa, ya que, siendo aquélla imprevisible e incontrolable, de poco valía esperar la oportunidad adecuada.
En resumidas cuentas, trasladar el concepto de “deriva evolutiva” de las ciencias biológicas a las sociales exige poner en valor teorías que incorporan como elementos a la incertidumbre, la complejidad y la probabilidad, las que pueden encontrarse tanto en formulaciones contemporáneas como clásicas.